esta entrada viene a colación de la entrada de ayer y las respuestas que generó. si no la leyeron, les recomiendo que lo hagan (link) ya que si no, no van a entender del todo de qué hablo.
el post de ayer generó varias respuestas, en su mayoría indignación por ser tratadas como "conejillos de indias". y me resultó interesante filosofar un poco sobre eso, ya que creo que en algún punto hay muchos límites difíciles de trazar y muchas contradicciones que tenemos con nosotras mismas.
en primer lugar, creo que todas eramos conscientes (o deberíamos haberlo sido) de ser en algún punto una especie de "conejillo de indias". sin ir más lejos, el slogan de la campaña de AVON lo decía claramente:
personalmente, no es eso lo que me molesta. de hecho, sería un poco contradictorio si me quejara de que me trataron como conejillo de indias cuando yo solicité que me mandaran una muestra de un producto nuevo que se vende como revolucionario, y del cual me dicen que "soy una de las primeras mujeres" que lo prueban. la verdad es que AVON no pierde oportunidad de recordarnos que el producto es super nuevo, super original, que la molécula en cuestión va a cambiar el mundo (?) y que tenemos que sentirnos suertudas de estar entre las primeras en probarlo. piensenlo un segundo, y se van a dar cuenta de que eso es la definición exacta de ser un conejillo de indias.
pero lo que me resulta más interesante aún es hacerme las siguientes preguntas:
¿quién SI debería ser un "conejillo de indias"?
tenemos que tener claro que, lamentablemente, no es lo mismo hacer pruebas in vitro que hacerlas in vivo. hay casos en los que podés darte cuenta si un producto va a ser tóxico porque genera alteraciones patológicas en las células in vitro. pero si no pasa nada, igualmente eso no garantiza que un ser vivo vaya a comportarse de la misma forma. por lo tanto, tiene que existir un conejillo de indias. la pregunta es ¿quién? y ¿cómo?
hablando de revoluciones y conejillos de indias...
la verdad es que la mayoría no somos muy felices con la idea de la experimentación en animales. muchas chicas evitan de plano las marcas que las realizan, otras decidimos buscar alternativas a menos que no existan y disminuir al máximo posible nuestro consumo de productos no-cruelty-free. pero entonces, tenemos que tener en claro que siempre los humanos vamos a ser los únicos conejillos de indias.
en un caso donde se presenta un producto nuevo (más aún si incluye un compuesto relativamente novedoso), tenemos que ser conscientes de que si no se hicieron pruebas en ningún ser vivo, no existe información acerca de cuáles son los efectos del producto hasta que un humano lo pruebe.
dudo que sea el caso de AVON, que, como ya sabemos, sí realiza experimentación en animales.
el tema es que incluso así, tarde o temprano las cosas tienen que ser probadas por humanos. y (como veremos en la siguiente pregunta), los efectos en animales y humanos (y de hecho, entre distintos humanos) no tienen por qué ser los mismos. así que tarde o temprano algun humano tiene que hacer de conejillo de indias. ¿quién SI debería serlo? ¿por qué otra persona si y nosotras no?
¿cuándo se puede dejar de considerar que uno es un conejillo de indias?
esta pregunta es aún más interesante que la anterior. porque la verdad es que, incluso cuando hablamos de un producto que ha sido extensivamente testeado (en tejidos, en animales, incluso en humanos dispuestos a ello), y estos tests hayan tomado un tiempo prudencial, podemos seguir siendo en algún punto conejillos de indias.
¿por qué? en primer lugar, porque existen efectos a largo plazo que muchas veces no se pueden ver en los análisis previos a la comercialización de un producto. vamos al caso de los fármacos: ¿cuántos de ellos han sido vendidos para luego retirarse del mercado porque generaban efectos secundarios muy graves a largo plazo? la respuesta es: montones.
en segundo lugar, porque no todos somos iguales. hay fármacos que son perfectamente inocuos en ciertas personas, por cierto tiempo, y no en otras.
tal vez conozcan (de nombre) el caso de la talidomida. lo que muchos no saben es qué pasó exactamente con la talidomida. era un fármaco que se utilizó por bastante tiempo (años) hasta que se popularizó mundialmente como calmante de las náuseas en el embarazo. de pronto empezaron a nacer, en todo el mundo, niños con malformaciones muy características conocidas como "focomelia". básicamente, los niños no desarrollaban los huesos largos del cuerpo, por lo que terminaban naciendo sin brazos ni piernas, sólo los dedos saliendo directamente del hombro o la cadera.
lo que pasaba era que la talidomida, que no había mostrado efectos secundarios ni problemas en los fetos de otras especies en las que sí había sido probada, en humanos "cambiaba de conformación" dentro del cuerpo y la otra forma de la molécula era la que causaba las malformaciones. ahora, en casos en que no hubiese embarazo, no había problema. de hecho se sigue usando para varias enfermedades, con la precaución de que no sea ingerido por mujeres embarazadas.
entonces, teniendo en cuenta que cada uno de nosotros es diferente, tiene un cuerpo que funciona en algunos aspectos diferente a los demás, consumimos diferentes dietas, diferentes fármacos, tenemos distinto estilo de vida, e incluso todo eso cambia en el tiempo en nosotros mismos... ¿no somos conejillos de indias todo el tiempo?
¿CÓMO debería haber sido, entonces, pedazo de quejosa?
y si... ya que digo que tienen que existir conejillos de indias, y que en el fondo siempre lo somos, la pregunta es ¿de qué rayos me quejé ayer?
pues bien, yo creo que el problema no está en ser o no "conejillos de indias", sino en "cómo lo somos".
intenté dejarlo claro ayer, pero quiero volver a aclararlo: no me quejo de haber formado parte de una prueba, lo cual hice conscientemente. lo que me molesta es cómo se hizo. me molesta sentir que no se me dio la información pertinente para saber que estaba utilizando un producto potencialmente peligroso.
quiero decir, todas sabemos que todos los productos contienen ingredientes que, en una u otra dosis, o forma de aplicación, pueden ser tóxicos. vamos, hasta el agua puede ser tóxica para los riñones si tomás 20 litros en una hora. uno puede morir de sobredosis de vitaminas, o por consumir algo tan nimio como 3 nueces moscadas (después de flashear un ratito antes). todo puede ser tóxico. si pidieramos que una empresa nos informara de las toxicidades de todos los ingredientes que usan, tendríamos que leer un prospecto de 20 páginas antes de usar cualquier producto (y probablemente elegiríamos no usarlo, a pesar de que seguramente no nos haría nada).
el gran problema en el caso del producto de AVON es que si bien hablan cada 10 palabras de este ingrediente revolucionario, nunca se aclara qué es. y no solamente no se aclara en el folleto, en el estuche, ni en el frasco del producto. no se aclara en la página de AVON, en la cual se habla claramente de la famosa investigación que ganó un nobel, sin dar ninguna clase de precisión acerca de cuál es (ni el título, ni de qué se trata, nada). y todo esto, dado que justamente es la molécula super original, con increibles efectos que cambiarán nuestras vidas, la cual mencionan una y otra vez... sin dar información real. una pensaría que, si tan orgullosos están de esto, no deberían retacear la información.
están fáciles las revoluciones hoy en día
ojo, acá también tengo que hacer una autocrítica. yo pequé de apurada y de ingenua, porque me mandé a probar el producto sin chequear qué tenía, y porque asumí que el super ingrediente revolucionario sería un compuesto que, al menos, estuviese chequeado por su toxicidad. pero no:
si hubiese entrado a la ficha de seguridad química y dijera que el compuesto es tóxico a tal o cual concentración, me hubiese asustado menos que al encontrar la frase "The toxicological properties of this material have not been fully investigated". en ese momento entendí que no estaba probando un producto, sino que en algún punto estaba siendo parte de un ensayo toxicológico, lo cual no sabía. y, si bien como decía antes, tarde o temprano alguien tiene que ser el conejillo de indias, incluso para los ensayos toxicológicos, el hecho de tener la información es vital.
y en este caso hubo CERO información "real". repito lo que dije ayer, me parece extremadamente sospechoso no encontrar nunca la aclaración de que AF33 = acetil tirosinamida, me hace pensar que AVON realmente no quiere que sepamos de qué se trata su ingrediente milagroso. y francamente eso sí me molesta y no me parece que pueda haber sido una simple "omisión por error". creo que la falta de información sobre su "compuesto X" fue deliberada.
a lo mejor terminamos con superpoderes, quién te dice
... or not...
puedo ser un conejillo de indias (de hecho teniendo una enfermedad crónica de la cual no hay cura y se están probando cosas nuevas, es probable que algún día lo sea, y no me molestaría), pero quiero saber de qué. quiero que me digan "el ingrediente revolucionario es tal cosa" y "se sabe tal o cual cosa de él". si ni siquiera se sabe si es tóxico ni a qué dosis, por favor, me gustaría estar enterada.
¿qué piensan de esto? me interesa que reflexionemos sobre todas estas preguntas, acerca de en qué casos es o no válido ser "conejillos de indias", que pensemos un poco críticamente acerca de los riesgos que tomamos para "ser las primeras" en probar algo novedoso (que, la verdad, en este caso no es vital, no estamos hablando de una medicación que puede salvarnos la vida o curarnos de algo). creo que en algún punto fuimos parte de un sistema en el cual consumir algo novedoso nos resulta tal vez demasiado excitante para pensar en las consecuencias.. y/o simplemente confiamos en una marca "reconocida" cuando la verdad es que muchas de ellas han realizado acciones poco éticas incluso poniendo la salud de sus usuarios en riesgo una y otra vez. creo que es un buen momento para replantearnos unas cuantas cosas.
besos a todas y muchas gracias por todos los comentarios que hicieron ayer, quiero tomarme el tiempo de irlos contestando pero sepan que en parte este post contiene la mayor parte de lo que quería decir.